Son aproximadamente 45.000 personas que habitan en las cuencas del río
Santiago, Morona y Pastaza. Ocupan el Este de la Provincia de Zamora y
Morona Santiago y el Sur de la Provincia de Pastaza.
Los shuar son aproximadamente 35.000 habitantes y los Achurs unos 15.000 la subsistencia se basa principalmente en la orticultura itinerante de tubérculos, complementando con la caza, pesca y recolección que son realizadas por el hombre; el cuidado de la parcela y también de la recolección, le corresponde a la mujer.
Ella está a cargo de los niños y de las labores del hogar, particularmente de la preparación de la chicha y de la cocina. Utilizan el sistema de cultivo de roza y quema. La caza es la principal fuente de proteínas, complementando la alimentación con la pesca y recolección de frutos, insectos y plantas. Sin embargo, en la actualidad la mayoría del tradicional territorio de caza está siendo sustituido por pastizales para ganado, lo que ha traído como consecuencia el agotamiento progresivo del suelo y una menor disponibilidad de tierras.
Esto ha ocasionado la implantación de un patrón de asentamiento sedentario, el mismo que está produciendo cambios en su sistema socioeconómico.
Tradicionalmente el asentamiento fue disperso, normalmente zonificado de acuerdo a las relaciones de parentesco.
Actualmente su patrón de asentamiento se integra a la estructura político administrativa de la Federación Shuar, y otras organizaciones como: FINAE, OSHE, FIPSE, CISAE, Esta formada por varias unidades llamadas “centros”, vinculados en torno a una zona comunal, que es la plaza donde funcionan servicios tales como; escuela, capilla centro de salud, campos de juego y lugar de reuniones sociales. Su territorio está delimitado por el número de familias que conforman y es reconocido por las autoridades.
La vivienda es de forma elíptica, con un espacio interior muy amplio, en el que se encuentran dos zonas restrictivas; el “ekent”, área familiar de las mujeres y niños pequeños y el “Tankamash”. Área social, de los hijos varones y visitas; la casa shuar tiene piso de tierra, paredes con tablillas de chonta y techo de hojas de palma.
La casa achuar con ligeras variaciones estructurales carece de paredes por estar asentada en zonas más cálida. Una de sus instituciones más importantes es la visita; pues fortalece y cohesiona los lazos de parentesco e incentiva una mayor interacción social.
Tradicionalmente el hombre Vestía una falda llamada “Itip” tejida en algodón y teñida con tintes naturales: la mujer, una especie de túnica amarrada en un hombro y ceñida a la cintura por un cordón. La mujer achuar usa falda y camisa. En el pasado, estos vestidos se hacían con corteza de árbol machacada. En la actualidad es muy común el uso de prendas de modelo occidental. Se complementa el vestido con pintura corporal hecha con achote.
La mitología shuar está estrechamente vinculada a la naturaleza y a las leyes de Universo, y se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos tales como la creación del mundo, la vida, la muerte, y las enfermedades. Los principales son Etsa, Nunkui, Tsunki, Shakaim de la fuerza y habilidad para el trabajo masculino.
Tsunki, ser primordial del agua, trae la salud Nunkui fertiliza la chacra, Arútam es fuente de todo bien y hace invencible al shuar en la guerra.
Tradicionalmente el pueblo shuar hizo la guerra como mecanismo de justicia para restablecer el equilibrio.
En él dialogo interétnico ha variado la organización social, conformando la sólida Federación de Centros. Cabe destacar su capacidad de auto gestión en el aspecto organizativo, de escolarización, defensa de las tierras, programa ganadero, etc.
Los shuar son aproximadamente 35.000 habitantes y los Achurs unos 15.000 la subsistencia se basa principalmente en la orticultura itinerante de tubérculos, complementando con la caza, pesca y recolección que son realizadas por el hombre; el cuidado de la parcela y también de la recolección, le corresponde a la mujer.
Ella está a cargo de los niños y de las labores del hogar, particularmente de la preparación de la chicha y de la cocina. Utilizan el sistema de cultivo de roza y quema. La caza es la principal fuente de proteínas, complementando la alimentación con la pesca y recolección de frutos, insectos y plantas. Sin embargo, en la actualidad la mayoría del tradicional territorio de caza está siendo sustituido por pastizales para ganado, lo que ha traído como consecuencia el agotamiento progresivo del suelo y una menor disponibilidad de tierras.
Esto ha ocasionado la implantación de un patrón de asentamiento sedentario, el mismo que está produciendo cambios en su sistema socioeconómico.
Tradicionalmente el asentamiento fue disperso, normalmente zonificado de acuerdo a las relaciones de parentesco.
Actualmente su patrón de asentamiento se integra a la estructura político administrativa de la Federación Shuar, y otras organizaciones como: FINAE, OSHE, FIPSE, CISAE, Esta formada por varias unidades llamadas “centros”, vinculados en torno a una zona comunal, que es la plaza donde funcionan servicios tales como; escuela, capilla centro de salud, campos de juego y lugar de reuniones sociales. Su territorio está delimitado por el número de familias que conforman y es reconocido por las autoridades.
La vivienda es de forma elíptica, con un espacio interior muy amplio, en el que se encuentran dos zonas restrictivas; el “ekent”, área familiar de las mujeres y niños pequeños y el “Tankamash”. Área social, de los hijos varones y visitas; la casa shuar tiene piso de tierra, paredes con tablillas de chonta y techo de hojas de palma.
La casa achuar con ligeras variaciones estructurales carece de paredes por estar asentada en zonas más cálida. Una de sus instituciones más importantes es la visita; pues fortalece y cohesiona los lazos de parentesco e incentiva una mayor interacción social.
Tradicionalmente el hombre Vestía una falda llamada “Itip” tejida en algodón y teñida con tintes naturales: la mujer, una especie de túnica amarrada en un hombro y ceñida a la cintura por un cordón. La mujer achuar usa falda y camisa. En el pasado, estos vestidos se hacían con corteza de árbol machacada. En la actualidad es muy común el uso de prendas de modelo occidental. Se complementa el vestido con pintura corporal hecha con achote.
La mitología shuar está estrechamente vinculada a la naturaleza y a las leyes de Universo, y se manifiesta en una amplia gama de seres superiores relacionados con fenómenos tales como la creación del mundo, la vida, la muerte, y las enfermedades. Los principales son Etsa, Nunkui, Tsunki, Shakaim de la fuerza y habilidad para el trabajo masculino.
Tsunki, ser primordial del agua, trae la salud Nunkui fertiliza la chacra, Arútam es fuente de todo bien y hace invencible al shuar en la guerra.
Tradicionalmente el pueblo shuar hizo la guerra como mecanismo de justicia para restablecer el equilibrio.
En él dialogo interétnico ha variado la organización social, conformando la sólida Federación de Centros. Cabe destacar su capacidad de auto gestión en el aspecto organizativo, de escolarización, defensa de las tierras, programa ganadero, etc.
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